38. Empezando en Tecnologia

El miedo más grande de un empleador es conseguir un talento que requiere constante supervisión y ayuda. Ninguna colección de budget de cursos te va a llevar a tu primer Bienvenidos a Tecnología Informal, un espacio para hablar de carrera, de inversión, de producto, de cultura y de todo lo relacionado con startups. Década de década de experiencia viviendo y trabajando en California, Estados Unidos. Conseguir el primer trabajo de programador es incómodo. Programar es como aprender un lenguaje, y llegar al punto donde uno es productivo toma tiempo y experiencia.

Tecnología, además, es anticredencialista. Lo que importa es demostrar que sabés, no de dónde venís. En el episodio de hoy vamos a hablar de cómo entrar a la industria de tecnología. La pandemia del veinte veinte creó un cambio fundamental en el mercado laboral. Los gobiernos de todo el mundo pusieron limitaciones en los negocios en persona y empujaron a mucha gente a trabajar online, a empresas a adoptar herramientas digitales y a personal que aprendió a trabajar de manera remota.

Combinado con el boom de las empresas de tecnología, se creó realmente una explosión de cambios de carrera a tecnología. Miles de personas cambiando su rumbo laboral iniciándose en cursos de programación y entrevistando para entrar en empresas que no paraban de crecer y necesitaban talento de cualquier nivel. Entrar como Junior en la industria siempre fue difícil, siempre con un nivel de incertidumbre para los aspirantes y muchos no logran entrar nunca o tardan realmente mucho tiempo. La realidad es que la industria no evalúa tanto las credenciales, sino tu capacidad de pasar las entrevistas y tener suficiente skill técnico y cultural para ser productivo. El miedo más grande de un empleador es conseguir un talento que requiere constante supervisión y ayuda, costando más de lo que El escenario de terror es perderle el tiempo a un programador experimentado ayudando a un junior y que este luego se vaya por el Burnout asociado.

Tradicionalmente, la gente que quiere programar va a la universidad. En Argentina, las carreras de ingeniería de software en la UTN y la UVA, o ciencias de la computación en la UVA, son de las más populares. Yo fui brevemente a estudiar ciencias de la computación, y el plan de estudios incluye una gran cantidad de materias teóricas matemáticas, análisis, optimización, redes neuronales, paradigmas de programación y muchos temas que son las bases teóricas y científicas de la industria. Este material es muy difícil de aprender en el trabajo y la instrucción formal sí te da herramientas para resolver problemas específicos de la industria que son muy valiosos. Las bases teóricas de ciencia de la computación tienen importancia para poder resolver problemas de escala y dificultad.

Sin embargo, no puedo esconder el resentimiento que le tengo a la UBA por cómo está organizada la carrera. El plan de estudios oficial dura seis años y el tiempo promedio de graduación hace una década eran nueve años. La tasa de graduación está tal vez por debajo del cinco por ciento. En las universidades más prestigiosas de Estados Unidos, como Stanford o MIT, el noventa y nueve por ciento de los estudiantes se gradúan a tiempo y a los veintitrés años, mientras los pasillos de la uva está llena de treintaañeros haciendo una materia por año hasta el infinito. Esto pasa por varias razones.

La primera es que Exactas tiene solo clases a la noche. La carrera está organizada para hacerse trabajando y estudiando, pero generando unos horarios insoportables para el que quiera dedicarse de lleno a la educación, empujando a la gente a trabajar. Una vez con trabajo full time, la carrera pierde su valor y es un esfuerzo irracional hacerla a la vez, llevando una tasa de deserción altísima. Además, la universidad es un muy mal lugar para hacer recomendaciones de carrera. En todo mi paso por ahí nunca me enseñaron o explicaron cómo era trabajar en una startup, cuáles eran los salarios que ofrecía el mercado, qué skills iba a necesitar, cómo entrevistar, etcétera.

No te preparan para el mundo laboral. Además, como muy poca gente se gradúa, nadie termina con un título que en la industria no vale mucho, pero para la inmigración americana es esencial. Sin título, uno no puede sacar la visa H uno B hasta tener doce años de trabajo en la industria, como explico en el episodio siete, migrar a Estados Unidos. En términos migratorios, sería mejor anotarse en cualquier universidad de cuarta que en la UVA, para tener los papeles que satisfagan el proceso burocrático. Yo no puedo en buena fe recomendarle a la universidad a ninguna persona.

Es un mal plan con muchas chances de fracaso y un valor acotado. Tecnología Informal es un podcast de Silver punto dev, cobra en dólares. Silver dev es una agencia de talento para programadores. Andá a Silver punto dev y descubrí qué ofrece el mercado para vos. Por suerte, tecnología no tiene barreras y han salido muchas soluciones al mercado privado para preparar a la gente para ser programadores.

La revolución empezó con cursos en plataformas como Coursera, cursos con ciertos grados de interactividad y a veces entregas puntuales. Coursera, eventualmente, fue agregando cursos de universidades prestigiosas como Harvard, MIT o Stanford, y tienen material académico de la mejor calidad del mundo. Otras plataformas similares son Udemy, donde hay más variedad de cursos, o Platzi, la versión latinoamericana. El problema de estas plataformas es que el contenido es muy pasivo y no es integral para armarse un perfil laboral completo. Hacer el curso de machine learning no es suficiente para conseguir un trabajo de machine learning.

Ninguna colección de budget de cursos te va a llevar a tu primer trabajo. La siguiente evolución fueron plataformas como Coderhouse, cursos presenciales con carga horaria de seis horas semanales. La idea es que con entregas semanales y educación muy barata se logra más engagement por parte de los alumnos. Personalmente, la gente que hace estos cursos no termina muy bien preparada tampoco, y como recruiter digo que en general tienen una marca negativa en los currículums, tienen problemas de marca, porque el currículum es de baja calidad y el conocimiento que adquieren los estudiantes también. La última evolución en este espacio viene primero de la mano de Lambda School, ahora llamada Bloomtech.

El concepto de Austin Goldred, el fundador, es que lo importante para entrar a programar es tener miles de horas de código real. El programa empezó como a full time de nueve meses, requiriendo a los candidatos tomar el programa como un 9 to 5. Todos los días hay entregas y todos los meses hay un challenge mensual que, en caso de no pasarlo, te lleva a repetir la unidad. Como programa, es muchísimo más creíble de producir programadores para entrar en la industria. Su modelo de negocios inició con los ISA, un contrato para cobrar una parte del salario conseguido por el estudiante, con el universidad tradicional, tanto en Estados Unidos como en Argentina, es que el éxito de los estudiantes está desacoplado de los ingresos de la universidad, generando planes de estudios que lastiman a los alumnos.

En Latinoamérica surgió una startup que hace específicamente esto. Henry, High earning not Rich hiet. Altos ingresos, todavía no rico. Por Martín Borchart. Más de dos mil personas han conseguido trabajo bajo este programa y a mí me encanta directamente como reemplazo de la universidad.

El concepto es que programación es primero un oficio antes que una carrera, y que aprender lo necesario para empezar alcanza para entrar en la industria. Considerando que la mayoría de los programadores argentinos no obtienen título universitario, me parece una revelación evidente. Hoy en día el programa de Henry de full stack developer dura cuatro meses y uno puede empezarlo casi cualquier mes del año. Un graduado del secundario que empieza el programa en diciembre puede convertirse en programador antes de que empiece el primer semestre de la UBA en marzo, y encima sin pagar nada por adelantado. Como los incentivos están muy alineados, la empresa cobra solo si consiguen trabajo los alumnos, te ayudan a prepararte para las entrevistas y arman pipelines con empresas para entrar como entry level en lugares como Mercado Libre.

Dicho esto, ningún programa educativo es garantía de nada. En programación lo que vale es poder contribuir, no actuar como que puedes contribuir y finalmente la responsabilidad de poder hacer el trabajo recae en uno mismo. Esa responsabilidad es indelegable a un título otorgado por terceros. Hay que tener alguna mezcla de curiosidad, disciplina, aptitud y perseverancia para pasar esa barrera de saber escribir código y poder construir software que llegue a usuarios. Una última empresa para mencionar en el espacio de aprendizaje es Replit, que no es popular todavía en Argentina.

Replit fue inventado como un ID online, una forma de escribir código sin necesitar un ambiente de programación complejo en tu computadora. Este producto tuvo muchísimo éxito en escuelas donde enseñan programación y adolescentes. Funciona en el browser y te permite crear productos, bots de Discord, aplicaciones, juegos. Estás generando una verdadera generación de hackers en el orden de cientos de miles que en pocos años van a entrar en el mercado laboral. Una de las preguntas más comunes para los que recién empiezan es qué deberían estudiar.

¿Web, backend, mobile, cripto, data science? ¿Y qué lenguajes? ¿Go, Python, Ruby, Node? Es una pregunta muy difícil de responder porque, excepto que esté muy lejos de lo que ofrece el mercado, lo más importante es romper esa barrera inicial de productividad y lo que más importa es la práctica. Una vez dominada un área, saltar a otra se vuelve mucho más accesible.

Mi recomendación acá es experimentar y probar un poco de todo y elegir lo que más te guste. La motivación es lo más importante al principio, y forzarse a uno mismo a hacer algo que no le gusta va a dar peores resultados. La mayoría de los programadores de generaciones anteriores entramos por curiosidad a la industria, especialmente los pre Internet. Yo aprendí a programar en Quickbasic, que era lo que me andaba en mi Pentium dos ochenta y seis con diez años de edad. Con suerte tenías un libro con el que copiar código y aprender algo.

Es cierto que hay cosas más fáciles que otras. Para mí, front end es la rama más fácil para trabajar, pero puede ser puramente una preferencia personal. Los primeros trabajos en tecnología suelen ser bastante regulares. Son empresas que, apostando a que el talento va a valer más en el futuro, aceptan estudiantes, pasantes y novatos, y los van entrenando en el trabajo. Aprendí a programar con un programa que tenía IBM llamado Mega Training.

Por un mes actuábamos como que trabajábamos en una oficina, donde una instructora nos enseñaba lo básico de un ID con Java y hacer un programa. En mi época de estudiante era común ver empresas cazando por pasantes en los pasillos de la facultad. El rey indiscutido de agarrar juniors y entrenarlos en Argentina es, para mí, Mercado Libre. Mercado Libre tiene la ventaja de tener una infraestructura de producto de verdad, en contraste con consultoras como Globalt, y puede enseñar no solo tecnologías modernas, sino procesos de producto, diseño, planning y más. El equivalente de Colombia sería Rappi, y seguramente cada país tenga una empresa de tecnología que sea la mejor para entrar como junior.

Además, demandan tanto talento que tienen programas de pasantes, internos, juniors, están constantemente tomando programadores. Algo que yo intenté cuando empecé en la industria es tener pasantías no pagas o poco pagas en empresas. Literalmente les mandaba emails a empresas diciendo que codeaba gratis a cambio de un ambiente de aprendizaje. Por cultura y mentalidad, estas oportunidades no son muy comunes, ni para las empresas ni para los prospectivos empleados, pero alguno que otro perfil de mis servicios de recruiting de Silver Deb comenzó en la industria en estos puestos casi informales, y aprenden rápidamente en un ambiente laboral real. Las expectativas para el primer trabajo tienen que ser bajas.

Es mucho más importante entrar rápido a la industria y tener experiencia práctica que pasarse seis meses o más buscando la oportunidad correcta. No hay aprendizaje individual que complice el aprendizaje en un trabajo real. Por esto, no es tan importante buscar trabajo en dólares inmediatamente. Los trabajos remotos requieren mucho inglés y carga técnica, y las chances de conseguirlas son muy bajas para empleados junior. Justamente el mercado remoto está orientado a buscar perfiles senior e independientes, que no requieran constante supervisión, ya que el management en empresas remotas es de menor calidad.

Aún si una de estas oportunidades se la da un junior, yo recomendaría intentar trabajos presenciales primero, donde uno pueda recibir mucho apoyo y instrucción de un buen lead manager. A la larga, no va a importar tu salario de tus primeros años, tanto como aprender lo necesario para escalar rápido. En mi primer trabajo de programar de IBM cobraba cuatrocientos dólares por mes, cuatro mil ochocientos dólares brutos anuales. En mi trabajo actual cobro doscientos cuarenta y cinco mil dólares anuales, cincuenta veces más. Una vez sabiendo lo suficiente de programación para entrar en el mercado, la barrera más dura para conseguir el primer trabajo es pasar por el filtro de reclutors.

Las entrevistas técnicas, como las que menciono en el episodio veinte, no son el filtro más duro porque las expectativas son bajas. Los filtros de reclutter son más difíciles porque no tienen feedback. Recruiter, los perfiles novatos son muy fáciles de reconocer y se cometen muchos errores en los currículums y LinkedIn que reducen las chances de conseguir entrevistas. Uno de esos problemas es la inclusión de certificados de cursos como Udemy, Coursera, Platzi o Coderhouse. Estos budget de LinkedIn son un gran cartel que grita que sos un principiante.

Imagínense ver el perfil del cirujano que te va a operar en LinkedIn y dice, primeros pasos en el quirófano, cómo lavarse las manos, completado hace tres meses. La evaluación de lo que sabés o no sabés como novato va a venir en la entrevista, no en tu historial de educación. Otro punto es para la gente que está cambiando de carrera y tienen un LinkedIn mostrando su rol actual, gerente de sucursal de Garbarino, postulándose para un puesto de front end. Rechazo inmediato. Es más, yo pongo en duda ponerle el historial de todo lo que no sea tecnología en LinkedIn.

Leer un perfil y ver ocho años de trabajo en ventas y cuatro meses de estudio en un bootcamp me obliga como reclutor a plantearme si es bueno contratar a gente que salta de carrera o no, en lugar de enfocarme de si sabe lo suficiente para un rol técnico hoy. Algo común en gente que está entrando en la industria es hacerse páginas de portfolio, y también tengo sentimientos encontrados al respecto. Una buena página de demo es muy convincente, pero la mayoría de las páginas hechas por novatos tienen problemas elementales terminan haciendo más daño que ayuda. La página tiene errores de JavaScript, la URL tiene un dominio sospechoso, no está en https y otras cosas. Si uno tiene tiempo para invertir, para crear algo y mostrarlo, es mejor mostrar un producto que una página de demostración, una aplicación que realmente sirva para algo y tenga usuarios, Un verdadero producto.

Volverse programador es más fácil y mejor pago que nunca. Hay muchas más opciones hoy para aprender que antes, sin pasarse años estudiando en una universidad anticuada. Aún así, la programación no tiene un camino garantizado, requiere adquirir skills en serio que son verificables en entrevistas y en el día laboral rápidamente. Si les gustó el podcast de hoy, se vienen muchos más. Suscribite al podcast en Spotify o seguime en Twitter, en Conan Bat, con doble t, para estar al tanto de todo el contenido.

O doscientos mil dólares anuales de salario. Con silver punto dev hablás con un programador de carrera que te ayuda a prepararte para entrevistas técnicas, navegar al mercado y negociar tu salario. Para más información, podés visitar silver punto dev y agendar una consulta.

El miedo más grande de un empleador es conseguir un talento que requiere constante supervisión y ayuda. Ninguna colección de budget de cursos te va a llevar a tu primer Bienvenidos a Tecnología Informal, un espacio para hablar de carrera, de inversión, de producto, de cultura y de todo lo relacionado con startups. Década de década de experiencia viviendo y trabajando en California, Estados Unidos. Conseguir el primer trabajo de programador es incómodo. Programar es como aprender un lenguaje, y llegar al punto donde uno es productivo toma tiempo y experiencia.

Tecnología, además, es anticredencialista. Lo que importa es demostrar que sabés, no de dónde venís. En el episodio de hoy vamos a hablar de cómo entrar a la industria de tecnología. La pandemia del veinte veinte creó un cambio fundamental en el mercado laboral. Los gobiernos de todo el mundo pusieron limitaciones en los negocios en persona y empujaron a mucha gente a trabajar online, a empresas a adoptar herramientas digitales y a personal que aprendió a trabajar de manera remota.

Combinado con el boom de las empresas de tecnología, se creó realmente una explosión de cambios de carrera a tecnología. Miles de personas cambiando su rumbo laboral iniciándose en cursos de programación y entrevistando para entrar en empresas que no paraban de crecer y necesitaban talento de cualquier nivel. Entrar como Junior en la industria siempre fue difícil, siempre con un nivel de incertidumbre para los aspirantes y muchos no logran entrar nunca o tardan realmente mucho tiempo. La realidad es que la industria no evalúa tanto las credenciales, sino tu capacidad de pasar las entrevistas y tener suficiente skill técnico y cultural para ser productivo. El miedo más grande de un empleador es conseguir un talento que requiere constante supervisión y ayuda, costando más de lo que El escenario de terror es perderle el tiempo a un programador experimentado ayudando a un junior y que este luego se vaya por el Burnout asociado.

Tradicionalmente, la gente que quiere programar va a la universidad. En Argentina, las carreras de ingeniería de software en la UTN y la UVA, o ciencias de la computación en la UVA, son de las más populares. Yo fui brevemente a estudiar ciencias de la computación, y el plan de estudios incluye una gran cantidad de materias teóricas matemáticas, análisis, optimización, redes neuronales, paradigmas de programación y muchos temas que son las bases teóricas y científicas de la industria. Este material es muy difícil de aprender en el trabajo y la instrucción formal sí te da herramientas para resolver problemas específicos de la industria que son muy valiosos. Las bases teóricas de ciencia de la computación tienen importancia para poder resolver problemas de escala y dificultad.

Sin embargo, no puedo esconder el resentimiento que le tengo a la UBA por cómo está organizada la carrera. El plan de estudios oficial dura seis años y el tiempo promedio de graduación hace una década eran nueve años. La tasa de graduación está tal vez por debajo del cinco por ciento. En las universidades más prestigiosas de Estados Unidos, como Stanford o MIT, el noventa y nueve por ciento de los estudiantes se gradúan a tiempo y a los veintitrés años, mientras los pasillos de la uva está llena de treintaañeros haciendo una materia por año hasta el infinito. Esto pasa por varias razones.

La primera es que Exactas tiene solo clases a la noche. La carrera está organizada para hacerse trabajando y estudiando, pero generando unos horarios insoportables para el que quiera dedicarse de lleno a la educación, empujando a la gente a trabajar. Una vez con trabajo full time, la carrera pierde su valor y es un esfuerzo irracional hacerla a la vez, llevando una tasa de deserción altísima. Además, la universidad es un muy mal lugar para hacer recomendaciones de carrera. En todo mi paso por ahí nunca me enseñaron o explicaron cómo era trabajar en una startup, cuáles eran los salarios que ofrecía el mercado, qué skills iba a necesitar, cómo entrevistar, etcétera.

No te preparan para el mundo laboral. Además, como muy poca gente se gradúa, nadie termina con un título que en la industria no vale mucho, pero para la inmigración americana es esencial. Sin título, uno no puede sacar la visa H uno B hasta tener doce años de trabajo en la industria, como explico en el episodio siete, migrar a Estados Unidos. En términos migratorios, sería mejor anotarse en cualquier universidad de cuarta que en la UVA, para tener los papeles que satisfagan el proceso burocrático. Yo no puedo en buena fe recomendarle a la universidad a ninguna persona.

Es un mal plan con muchas chances de fracaso y un valor acotado. Tecnología Informal es un podcast de Silver punto dev, cobra en dólares. Silver dev es una agencia de talento para programadores. Andá a Silver punto dev y descubrí qué ofrece el mercado para vos. Por suerte, tecnología no tiene barreras y han salido muchas soluciones al mercado privado para preparar a la gente para ser programadores.

La revolución empezó con cursos en plataformas como Coursera, cursos con ciertos grados de interactividad y a veces entregas puntuales. Coursera, eventualmente, fue agregando cursos de universidades prestigiosas como Harvard, MIT o Stanford, y tienen material académico de la mejor calidad del mundo. Otras plataformas similares son Udemy, donde hay más variedad de cursos, o Platzi, la versión latinoamericana. El problema de estas plataformas es que el contenido es muy pasivo y no es integral para armarse un perfil laboral completo. Hacer el curso de machine learning no es suficiente para conseguir un trabajo de machine learning.

Ninguna colección de budget de cursos te va a llevar a tu primer trabajo. La siguiente evolución fueron plataformas como Coderhouse, cursos presenciales con carga horaria de seis horas semanales. La idea es que con entregas semanales y educación muy barata se logra más engagement por parte de los alumnos. Personalmente, la gente que hace estos cursos no termina muy bien preparada tampoco, y como recruiter digo que en general tienen una marca negativa en los currículums, tienen problemas de marca, porque el currículum es de baja calidad y el conocimiento que adquieren los estudiantes también. La última evolución en este espacio viene primero de la mano de Lambda School, ahora llamada Bloomtech.

El concepto de Austin Goldred, el fundador, es que lo importante para entrar a programar es tener miles de horas de código real. El programa empezó como a full time de nueve meses, requiriendo a los candidatos tomar el programa como un 9 to 5. Todos los días hay entregas y todos los meses hay un challenge mensual que, en caso de no pasarlo, te lleva a repetir la unidad. Como programa, es muchísimo más creíble de producir programadores para entrar en la industria. Su modelo de negocios inició con los ISA, un contrato para cobrar una parte del salario conseguido por el estudiante, con el universidad tradicional, tanto en Estados Unidos como en Argentina, es que el éxito de los estudiantes está desacoplado de los ingresos de la universidad, generando planes de estudios que lastiman a los alumnos.

En Latinoamérica surgió una startup que hace específicamente esto. Henry, High earning not Rich hiet. Altos ingresos, todavía no rico. Por Martín Borchart. Más de dos mil personas han conseguido trabajo bajo este programa y a mí me encanta directamente como reemplazo de la universidad.

El concepto es que programación es primero un oficio antes que una carrera, y que aprender lo necesario para empezar alcanza para entrar en la industria. Considerando que la mayoría de los programadores argentinos no obtienen título universitario, me parece una revelación evidente. Hoy en día el programa de Henry de full stack developer dura cuatro meses y uno puede empezarlo casi cualquier mes del año. Un graduado del secundario que empieza el programa en diciembre puede convertirse en programador antes de que empiece el primer semestre de la UBA en marzo, y encima sin pagar nada por adelantado. Como los incentivos están muy alineados, la empresa cobra solo si consiguen trabajo los alumnos, te ayudan a prepararte para las entrevistas y arman pipelines con empresas para entrar como entry level en lugares como Mercado Libre.

Dicho esto, ningún programa educativo es garantía de nada. En programación lo que vale es poder contribuir, no actuar como que puedes contribuir y finalmente la responsabilidad de poder hacer el trabajo recae en uno mismo. Esa responsabilidad es indelegable a un título otorgado por terceros. Hay que tener alguna mezcla de curiosidad, disciplina, aptitud y perseverancia para pasar esa barrera de saber escribir código y poder construir software que llegue a usuarios. Una última empresa para mencionar en el espacio de aprendizaje es Replit, que no es popular todavía en Argentina.

Replit fue inventado como un ID online, una forma de escribir código sin necesitar un ambiente de programación complejo en tu computadora. Este producto tuvo muchísimo éxito en escuelas donde enseñan programación y adolescentes. Funciona en el browser y te permite crear productos, bots de Discord, aplicaciones, juegos. Estás generando una verdadera generación de hackers en el orden de cientos de miles que en pocos años van a entrar en el mercado laboral. Una de las preguntas más comunes para los que recién empiezan es qué deberían estudiar.

¿Web, backend, mobile, cripto, data science? ¿Y qué lenguajes? ¿Go, Python, Ruby, Node? Es una pregunta muy difícil de responder porque, excepto que esté muy lejos de lo que ofrece el mercado, lo más importante es romper esa barrera inicial de productividad y lo que más importa es la práctica. Una vez dominada un área, saltar a otra se vuelve mucho más accesible.

Mi recomendación acá es experimentar y probar un poco de todo y elegir lo que más te guste. La motivación es lo más importante al principio, y forzarse a uno mismo a hacer algo que no le gusta va a dar peores resultados. La mayoría de los programadores de generaciones anteriores entramos por curiosidad a la industria, especialmente los pre Internet. Yo aprendí a programar en Quickbasic, que era lo que me andaba en mi Pentium dos ochenta y seis con diez años de edad. Con suerte tenías un libro con el que copiar código y aprender algo.

Es cierto que hay cosas más fáciles que otras. Para mí, front end es la rama más fácil para trabajar, pero puede ser puramente una preferencia personal. Los primeros trabajos en tecnología suelen ser bastante regulares. Son empresas que, apostando a que el talento va a valer más en el futuro, aceptan estudiantes, pasantes y novatos, y los van entrenando en el trabajo. Aprendí a programar con un programa que tenía IBM llamado Mega Training.

Por un mes actuábamos como que trabajábamos en una oficina, donde una instructora nos enseñaba lo básico de un ID con Java y hacer un programa. En mi época de estudiante era común ver empresas cazando por pasantes en los pasillos de la facultad. El rey indiscutido de agarrar juniors y entrenarlos en Argentina es, para mí, Mercado Libre. Mercado Libre tiene la ventaja de tener una infraestructura de producto de verdad, en contraste con consultoras como Globalt, y puede enseñar no solo tecnologías modernas, sino procesos de producto, diseño, planning y más. El equivalente de Colombia sería Rappi, y seguramente cada país tenga una empresa de tecnología que sea la mejor para entrar como junior.

Además, demandan tanto talento que tienen programas de pasantes, internos, juniors, están constantemente tomando programadores. Algo que yo intenté cuando empecé en la industria es tener pasantías no pagas o poco pagas en empresas. Literalmente les mandaba emails a empresas diciendo que codeaba gratis a cambio de un ambiente de aprendizaje. Por cultura y mentalidad, estas oportunidades no son muy comunes, ni para las empresas ni para los prospectivos empleados, pero alguno que otro perfil de mis servicios de recruiting de Silver Deb comenzó en la industria en estos puestos casi informales, y aprenden rápidamente en un ambiente laboral real. Las expectativas para el primer trabajo tienen que ser bajas.

Es mucho más importante entrar rápido a la industria y tener experiencia práctica que pasarse seis meses o más buscando la oportunidad correcta. No hay aprendizaje individual que complice el aprendizaje en un trabajo real. Por esto, no es tan importante buscar trabajo en dólares inmediatamente. Los trabajos remotos requieren mucho inglés y carga técnica, y las chances de conseguirlas son muy bajas para empleados junior. Justamente el mercado remoto está orientado a buscar perfiles senior e independientes, que no requieran constante supervisión, ya que el management en empresas remotas es de menor calidad.

Aún si una de estas oportunidades se la da un junior, yo recomendaría intentar trabajos presenciales primero, donde uno pueda recibir mucho apoyo y instrucción de un buen lead manager. A la larga, no va a importar tu salario de tus primeros años, tanto como aprender lo necesario para escalar rápido. En mi primer trabajo de programar de IBM cobraba cuatrocientos dólares por mes, cuatro mil ochocientos dólares brutos anuales. En mi trabajo actual cobro doscientos cuarenta y cinco mil dólares anuales, cincuenta veces más. Una vez sabiendo lo suficiente de programación para entrar en el mercado, la barrera más dura para conseguir el primer trabajo es pasar por el filtro de reclutors.

Las entrevistas técnicas, como las que menciono en el episodio veinte, no son el filtro más duro porque las expectativas son bajas. Los filtros de reclutter son más difíciles porque no tienen feedback. Recruiter, los perfiles novatos son muy fáciles de reconocer y se cometen muchos errores en los currículums y LinkedIn que reducen las chances de conseguir entrevistas. Uno de esos problemas es la inclusión de certificados de cursos como Udemy, Coursera, Platzi o Coderhouse. Estos budget de LinkedIn son un gran cartel que grita que sos un principiante.

Imagínense ver el perfil del cirujano que te va a operar en LinkedIn y dice, primeros pasos en el quirófano, cómo lavarse las manos, completado hace tres meses. La evaluación de lo que sabés o no sabés como novato va a venir en la entrevista, no en tu historial de educación. Otro punto es para la gente que está cambiando de carrera y tienen un LinkedIn mostrando su rol actual, gerente de sucursal de Garbarino, postulándose para un puesto de front end. Rechazo inmediato. Es más, yo pongo en duda ponerle el historial de todo lo que no sea tecnología en LinkedIn.

Leer un perfil y ver ocho años de trabajo en ventas y cuatro meses de estudio en un bootcamp me obliga como reclutor a plantearme si es bueno contratar a gente que salta de carrera o no, en lugar de enfocarme de si sabe lo suficiente para un rol técnico hoy. Algo común en gente que está entrando en la industria es hacerse páginas de portfolio, y también tengo sentimientos encontrados al respecto. Una buena página de demo es muy convincente, pero la mayoría de las páginas hechas por novatos tienen problemas elementales terminan haciendo más daño que ayuda. La página tiene errores de JavaScript, la URL tiene un dominio sospechoso, no está en https y otras cosas. Si uno tiene tiempo para invertir, para crear algo y mostrarlo, es mejor mostrar un producto que una página de demostración, una aplicación que realmente sirva para algo y tenga usuarios, Un verdadero producto.

Volverse programador es más fácil y mejor pago que nunca. Hay muchas más opciones hoy para aprender que antes, sin pasarse años estudiando en una universidad anticuada. Aún así, la programación no tiene un camino garantizado, requiere adquirir skills en serio que son verificables en entrevistas y en el día laboral rápidamente. Si les gustó el podcast de hoy, se vienen muchos más. Suscribite al podcast en Spotify o seguime en Twitter, en Conan Bat, con doble t, para estar al tanto de todo el contenido.

O doscientos mil dólares anuales de salario. Con silver punto dev hablás con un programador de carrera que te ayuda a prepararte para entrevistas técnicas, navegar al mercado y negociar tu salario. Para más información, podés visitar silver punto dev y agendar una consulta.