35. Startup Founders

Básicamente, el noventa por ciento de las startups fracasa y los founders en su mayoría no se llevan ni gloria ni plata. Además de todo lo anterior, viene el problema número uno y capaz subdiagnosticado de por qué las startups fracasan. El estrés y la carga emocional de la aventura. Bienvenidos a Tecnología Informal, un espacio para hablar de carrera, de inversión, de producto, de cultura y de todo lo relacionado con SmartDiS. Yo soy Gabriel Ben Mergy, y soy un programador con más de una década de experiencia viviendo y trabajando en California, Estados Unidos.

El héroe de la industria de la tecnología es el founder, el creador de un producto de una empresa diseñada para llevarlo a cabo y manejarlo. Los founders más famosos son premiados con miles de millones de dólares, fama internacional y, a veces, una huella en la vida de miles de millones de episodio de hoy vamos a hablar de cómo los founders viven una startup. Si uno solo viese las noticias y las redes sociales, se puede hacer fácilmente la idea de que los fundadores de empresas son exitosas personas que hacen casi todo bien, y que construyen con habilidad y suerte un negocio fantástico que cambia el mundo. Tal vez la palabra asociada a estas personas es éxito, riqueza o fama, pero para la gente que está en la industria, la verdadera palabra que define a los emprendedores es el fracaso. Es arrastrarse de un experimento fallido a otro en la complejidad de manejar una empresa, una comunidad, un producto, todo junto.

El sesenta por ciento de las startups Sid no llegan a serie A, y el sesenta por ciento de la serie A no llegan a la serie B. Básicamente, el noventa por ciento de las startups fracasa y los funders en su mayoría no se llevan ni gloria ni plata. Con suerte, consiguen recuperar algo de su tiempo en una equihire, que otra empresa los contrate y se quede con el talento por una módica suma. Aún, las personas que sobreviven el auténtico calvario que es crear una empresa acumulan fracasos tras fracasos, momentos donde casi tienen que cerrar las puertas, donde tuvieron que empezar desde cero con un famoso pívot, cambiar el producto y el propósito de la empresa. Una de las razones del fracaso es que crear un producto innovador es realmente muy difícil.

La La idea de que uno quiere construir está constantemente enfrentada a un mercado que valida rápidamente la oferta y no tiene miedo en ignorártela. Los productos exitosos siempre parecen obvios o retrospectiva, hasta inevitables, pero casi nunca es así. Uno puede mirar Airbnb y pensar que, obviamente, la gente quiere alquilar sus propiedades, pero eso tomó un tiempo en convertirse en lo que es. Airbnb salió al mercado para que la gente alquile un colchón inflable en un living, de ahí el Air Bed and Breakfast. Los Hosts además tenían que proveer desayuno para los comensales.

Le tomó algunos años a la empresa refinarlo hasta qué es lo que vemos hoy, un gigante de hotelería. El proceso creativo de producto está en permanente discusión y a mí siempre me gustó el de Y Combinator. Estar en permanente conversación con tus usuarios para atender qué es lo que quiere e ir haciendo un poco de experimentación hasta que uno encuentra esa propuesta imbatible. Esa idea o producto que el usuario que lo consume no puede vivir más su vida sin usarlo, como sentimos hoy con Airbnb, Uber, Rappi o Mercado Libre. La mayoría de las startups que cierran no encontraron product market fit.

Diseñan y preparan productos y experimentos una y otra vez, y no encuentran el éxito de hacer algo que el mercado te quiere sacar de las manos a cualquier precio. Yo intenté crear dos productos distintos. Uno fue KIA GS, un servidor online del juego de Go, similar a lo que sería Ches punto com. Y otro fue Reba punto com punto ar, un servicio para hacer tasaciones online en Argentina. La historia de KIAGS en detalle se puede encontrar en el sitio de Failory punto com, donde me hicieron una entrevista.

KYGS tuvo un módico feed de mercado. Tenía miles de usuarios apasionados que pagaban por el producto y lo usaban diariamente. Pero Reba punto com punto ar fue un fracaso más difícil de product market fit. Creé un producto para un usuario que no estaba dispuesto a pagarlo y no pude generar suficiente interés por parte del nicho al que apuntaba. Eventualmente descubrí que el cliente al que apuntaba era el incorrecto, que mi verdadero cliente eran los bancos durante el boom hipotecario, pero que no tenía los contactos para explotar.

Además de que crear un producto tiene toda esta incertidumbre, uno requiere construir una empresa, la máquina con la que se alimenta y mantiene el producto en sí. Algo cotidiano cuando uno ve a cientos de empresas, es un auténtico milagro. Hacer una empresa, hacer recruiting, recursos humanos, contaduría, inversión, ventas. Cuando uno arranca, el equipo fundador tiene que hacer todo y hacer que funcione mes a mes. Justamente por esto es que las startup chicas hacen, digamos, todo mal.

Los funders tienen que juntar skills en muchas áreas, pero nunca van a volverse tan buenos como los especialistas, Es sencillamente imposible. Y todas estas responsabilidades, además, están arriba de hacer el producto de software en sí, que puede ser programar, hacer deployment, elegir cambios, diseñar logos, campañas de email, hablar con proveedores. En este aspecto uno tiene que entender especialmente de las startups chicas que van a estar llenas de problemas que parecen obvios como empleado, desde lo técnico a lo administrativo. Y ni hablemos del management. Casi ningún founder tiene experiencia de manager y tienden a ser bastante malos, porque además de no saber cómo hacerlo, no hay talento en la empresa que lo corrija.

Es más, los managers y los ejecutivos suelen no entrar hasta la serie B, implicando que una empresa puede estar muchos años sin siquiera tener el presupuesto para contratar a un experto. Es muy común que empresas chicas tengan realmente mucha rotación de personal. Mucha gente no tiene la temple para manejarse en un espacio donde todo está andando medio mal. Justin Kahn, el creador de Twitch, explícitamente avisa como una razón para no entrar a start ups querer o necesitar buen management. Como empleado hay que ser paciente y entender que todas las cosas ordenadas en una empresa grande requieren muchas personas trabajando por años armando y puliendo procesos de manera dedicada.

Simplemente no puede pasar en una startup chica. Tecnología Informal es un podcast de Silver punto dev, una agencia de talento de y para programadores. Agendá una consulta gratuita en el sitio web silver punto dev y descubrí qué ofrece el mercado para vos. El mundo remoto y la proliferación de startups que resuelven problemas administrativos ha hecho que una startup sit luzca mucho mejor de lo que es. Históricamente, todas las deficiencias administrativas se hacían obvias al momento de pisar una oficina improvisada en un departamento alquilado.

Además de todo lo anterior, viene el problema número uno y capaz subdiagnosticado de por qué las startups fracasan. El estrés y la carga emocional de la aventura. Trabajar en un producto con aspiraciones a escalar es ver la plata salir del banco todos los días mientras tenés éxitos mediocres o fracasos todos los días. No anda bien al producto, no junta plata, no escala. Es la permanente duda de si lo que estás haciendo tiene algún sentido.

Serve under es despertarte un día y sentir que productos están destinados al éxito, que todo está funcionando bien y te vas a comer al mundo, y al día siguiente sentir que no sirve, que está yendo directo a la quiebra y al fracaso. Esta presión permanente es muy difícil de manejar y, junto a la incertidumbre, termina generando una muy fuerte presión en el estado emocional de los fundadores, y es la razón por la que terminan peleándose o abandonando. La separación de los founders es tan pero tan común que Y Combinator dice que es la razón número uno por la que sus startups cierran. Elon Musk mismo, hoy en día el hombre más rico de la Tierra, con la seguidilla startups más exitosas y ambiciosas de las últimas décadas, se pone lloroso en público cuando habla de cuando estuvo a punto de cerrar Tesla durante la crisis del dos mil ocho. Una vez le preguntaron qué frase de motivación le daría a alguien considera armar una empresa y contestó, si necesitás que alguien te motive, no lo hagas.

Emiliano Cargeman, el fundador de la mente detrás de la empresa de satélites argentina Satelogic, en una entrevista menciona que hacer una startup por plata no es suficiente razón, que sin un sentido de misión y pasión por lo que querés construir, los tiempos difíciles te van a desgastar. Realmente, antes de fundar una empresa propia, lo mejor es trabajar en una start up side primero para ver de primera mano cómo son los problemas cotidianos, el ambiente y manejar las expectativas. Como empleado de una startup, uno también tiene que aprender a tenerle paciencia a los founders. Van a cometer errores por su estado emocional también, y hay que ser comprensivo. Siempre que no haya fraude o malas intenciones, yo en general la abogo por el lado de los founders, sean internas con inversores, empleados o clientes.

Todas estas dificultades hacen que crear startups sea un trabajo difícil personal y profesionalmente. Pero tener éxito en una startup tiene grandísimos premios para los founders. Empecemos con la reputación y los skills que se adquieren. Una gran parte de las startups que fallan fallan por no encontrar product market fit a tiempo y consumirse el capital, pero aún así logran construir un producto en un mercado que puede ser vendido. Y en una adquisición es posible que un funder pueda terminar como un ejecutivo o un product manager en una empresa que los compre.

Aunque en términos de startups es un fracaso, es una forma de tener una gran carrera por delante. Como menciono en el episodio quince, Acciones, opciones y evaluaciones, los primeros diez empleados de Stripe eran todos ex founders, culminando en un rol en una empresa que les vale cientos de millones de dólares a cada uno. Y Combinator, en particular, es una red donde esto pasa mucho. Por arriba de estos resultados moderados empiezan las empresas que crecen hasta ser unicornios, valuaciones de mil millones de dólares. A esa altura, los founders pueden vender parte de su empresa en el mercado secundario y pueden tranquilamente hacer millones de dólares que, además, pagan muchos menos impuestos que los empleados.

Típicamente los funders tienen al menos diez por ciento de la empresa en ese tamaño, por lo que lograron plata prácticamente imposible de conseguir como empleado. Aunque hay beneficios de plata y de carrera, lo más valioso de fundar una empresa es el sentido de propósito que uno encuentra al crear algo propio. Es el famoso ikigai, el sentido de propósito que te da hacer algo que te interesa, en lo que sos bueno y en lo que sentís que sos la única persona del mundo que lo puede hacer. Cuando empecé KIAGS trabajaba catorce horas por día, siete días a la semana y ni era trabajo para mí. Era esfuerzo, sí, pero cada segundo era tan apasionante que vivía usando producto, mejorándolo y hablando con los usuarios.

Es una sensación intoxicante. Los founders que, aunque fracasen o no lleguen al éxito, juntan un poco de plata, tienden a empezar empresas otra vez para seguir esa dopamina que te da el sentido de propósito. Hay gente que es muy capaz, muy inteligente y resiliente emocionalmente, pero nadie le gana al founder con una pasión interminable por lo que está haciendo. Armar una startup es muy difícil. Hay más razones por las que fracasan que razones por las que tienen éxito.

Es muy difícil sobrevivir al proceso de ser founder sin un sentido propósito, y sin experiencia en startup chicas, las chances de éxito pueden bajar mucho. Como empleado de una startup ZIP, tengan mucha paciencia y comprensión sobre los procesos de las personas que lideran a la empresa. Si les gustó el podcast de hoy, se vienen muchos más. Suscribite al podcast en Spotify o seguime en Twitter, en Conan Bat, con doble t, para estar al tanto de todo el contenido. Silver punto dev es mi agencia de talento donde ayudo a programadores a conseguir trabajos de contratación directa para startups en Estados Unidos.

Todos los puestos son en dólares y van desde sesenta o doscientos mil dólares anuales de salario. Con silver punto dev hablás con un programador de carrera que te ayuda a prepararte para entrevistas técnicas, navegar al mercado y negociar tu salario. Para más información, podés visitar silver punto dev y agendar una consulta.

Básicamente, el noventa por ciento de las startups fracasa y los founders en su mayoría no se llevan ni gloria ni plata. Además de todo lo anterior, viene el problema número uno y capaz subdiagnosticado de por qué las startups fracasan. El estrés y la carga emocional de la aventura. Bienvenidos a Tecnología Informal, un espacio para hablar de carrera, de inversión, de producto, de cultura y de todo lo relacionado con SmartDiS. Yo soy Gabriel Ben Mergy, y soy un programador con más de una década de experiencia viviendo y trabajando en California, Estados Unidos.

El héroe de la industria de la tecnología es el founder, el creador de un producto de una empresa diseñada para llevarlo a cabo y manejarlo. Los founders más famosos son premiados con miles de millones de dólares, fama internacional y, a veces, una huella en la vida de miles de millones de episodio de hoy vamos a hablar de cómo los founders viven una startup. Si uno solo viese las noticias y las redes sociales, se puede hacer fácilmente la idea de que los fundadores de empresas son exitosas personas que hacen casi todo bien, y que construyen con habilidad y suerte un negocio fantástico que cambia el mundo. Tal vez la palabra asociada a estas personas es éxito, riqueza o fama, pero para la gente que está en la industria, la verdadera palabra que define a los emprendedores es el fracaso. Es arrastrarse de un experimento fallido a otro en la complejidad de manejar una empresa, una comunidad, un producto, todo junto.

El sesenta por ciento de las startups Sid no llegan a serie A, y el sesenta por ciento de la serie A no llegan a la serie B. Básicamente, el noventa por ciento de las startups fracasa y los funders en su mayoría no se llevan ni gloria ni plata. Con suerte, consiguen recuperar algo de su tiempo en una equihire, que otra empresa los contrate y se quede con el talento por una módica suma. Aún, las personas que sobreviven el auténtico calvario que es crear una empresa acumulan fracasos tras fracasos, momentos donde casi tienen que cerrar las puertas, donde tuvieron que empezar desde cero con un famoso pívot, cambiar el producto y el propósito de la empresa. Una de las razones del fracaso es que crear un producto innovador es realmente muy difícil.

La La idea de que uno quiere construir está constantemente enfrentada a un mercado que valida rápidamente la oferta y no tiene miedo en ignorártela. Los productos exitosos siempre parecen obvios o retrospectiva, hasta inevitables, pero casi nunca es así. Uno puede mirar Airbnb y pensar que, obviamente, la gente quiere alquilar sus propiedades, pero eso tomó un tiempo en convertirse en lo que es. Airbnb salió al mercado para que la gente alquile un colchón inflable en un living, de ahí el Air Bed and Breakfast. Los Hosts además tenían que proveer desayuno para los comensales.

Le tomó algunos años a la empresa refinarlo hasta qué es lo que vemos hoy, un gigante de hotelería. El proceso creativo de producto está en permanente discusión y a mí siempre me gustó el de Y Combinator. Estar en permanente conversación con tus usuarios para atender qué es lo que quiere e ir haciendo un poco de experimentación hasta que uno encuentra esa propuesta imbatible. Esa idea o producto que el usuario que lo consume no puede vivir más su vida sin usarlo, como sentimos hoy con Airbnb, Uber, Rappi o Mercado Libre. La mayoría de las startups que cierran no encontraron product market fit.

Diseñan y preparan productos y experimentos una y otra vez, y no encuentran el éxito de hacer algo que el mercado te quiere sacar de las manos a cualquier precio. Yo intenté crear dos productos distintos. Uno fue KIA GS, un servidor online del juego de Go, similar a lo que sería Ches punto com. Y otro fue Reba punto com punto ar, un servicio para hacer tasaciones online en Argentina. La historia de KIAGS en detalle se puede encontrar en el sitio de Failory punto com, donde me hicieron una entrevista.

KYGS tuvo un módico feed de mercado. Tenía miles de usuarios apasionados que pagaban por el producto y lo usaban diariamente. Pero Reba punto com punto ar fue un fracaso más difícil de product market fit. Creé un producto para un usuario que no estaba dispuesto a pagarlo y no pude generar suficiente interés por parte del nicho al que apuntaba. Eventualmente descubrí que el cliente al que apuntaba era el incorrecto, que mi verdadero cliente eran los bancos durante el boom hipotecario, pero que no tenía los contactos para explotar.

Además de que crear un producto tiene toda esta incertidumbre, uno requiere construir una empresa, la máquina con la que se alimenta y mantiene el producto en sí. Algo cotidiano cuando uno ve a cientos de empresas, es un auténtico milagro. Hacer una empresa, hacer recruiting, recursos humanos, contaduría, inversión, ventas. Cuando uno arranca, el equipo fundador tiene que hacer todo y hacer que funcione mes a mes. Justamente por esto es que las startup chicas hacen, digamos, todo mal.

Los funders tienen que juntar skills en muchas áreas, pero nunca van a volverse tan buenos como los especialistas, Es sencillamente imposible. Y todas estas responsabilidades, además, están arriba de hacer el producto de software en sí, que puede ser programar, hacer deployment, elegir cambios, diseñar logos, campañas de email, hablar con proveedores. En este aspecto uno tiene que entender especialmente de las startups chicas que van a estar llenas de problemas que parecen obvios como empleado, desde lo técnico a lo administrativo. Y ni hablemos del management. Casi ningún founder tiene experiencia de manager y tienden a ser bastante malos, porque además de no saber cómo hacerlo, no hay talento en la empresa que lo corrija.

Es más, los managers y los ejecutivos suelen no entrar hasta la serie B, implicando que una empresa puede estar muchos años sin siquiera tener el presupuesto para contratar a un experto. Es muy común que empresas chicas tengan realmente mucha rotación de personal. Mucha gente no tiene la temple para manejarse en un espacio donde todo está andando medio mal. Justin Kahn, el creador de Twitch, explícitamente avisa como una razón para no entrar a start ups querer o necesitar buen management. Como empleado hay que ser paciente y entender que todas las cosas ordenadas en una empresa grande requieren muchas personas trabajando por años armando y puliendo procesos de manera dedicada.

Simplemente no puede pasar en una startup chica. Tecnología Informal es un podcast de Silver punto dev, una agencia de talento de y para programadores. Agendá una consulta gratuita en el sitio web silver punto dev y descubrí qué ofrece el mercado para vos. El mundo remoto y la proliferación de startups que resuelven problemas administrativos ha hecho que una startup sit luzca mucho mejor de lo que es. Históricamente, todas las deficiencias administrativas se hacían obvias al momento de pisar una oficina improvisada en un departamento alquilado.

Además de todo lo anterior, viene el problema número uno y capaz subdiagnosticado de por qué las startups fracasan. El estrés y la carga emocional de la aventura. Trabajar en un producto con aspiraciones a escalar es ver la plata salir del banco todos los días mientras tenés éxitos mediocres o fracasos todos los días. No anda bien al producto, no junta plata, no escala. Es la permanente duda de si lo que estás haciendo tiene algún sentido.

Serve under es despertarte un día y sentir que productos están destinados al éxito, que todo está funcionando bien y te vas a comer al mundo, y al día siguiente sentir que no sirve, que está yendo directo a la quiebra y al fracaso. Esta presión permanente es muy difícil de manejar y, junto a la incertidumbre, termina generando una muy fuerte presión en el estado emocional de los fundadores, y es la razón por la que terminan peleándose o abandonando. La separación de los founders es tan pero tan común que Y Combinator dice que es la razón número uno por la que sus startups cierran. Elon Musk mismo, hoy en día el hombre más rico de la Tierra, con la seguidilla startups más exitosas y ambiciosas de las últimas décadas, se pone lloroso en público cuando habla de cuando estuvo a punto de cerrar Tesla durante la crisis del dos mil ocho. Una vez le preguntaron qué frase de motivación le daría a alguien considera armar una empresa y contestó, si necesitás que alguien te motive, no lo hagas.

Emiliano Cargeman, el fundador de la mente detrás de la empresa de satélites argentina Satelogic, en una entrevista menciona que hacer una startup por plata no es suficiente razón, que sin un sentido de misión y pasión por lo que querés construir, los tiempos difíciles te van a desgastar. Realmente, antes de fundar una empresa propia, lo mejor es trabajar en una start up side primero para ver de primera mano cómo son los problemas cotidianos, el ambiente y manejar las expectativas. Como empleado de una startup, uno también tiene que aprender a tenerle paciencia a los founders. Van a cometer errores por su estado emocional también, y hay que ser comprensivo. Siempre que no haya fraude o malas intenciones, yo en general la abogo por el lado de los founders, sean internas con inversores, empleados o clientes.

Todas estas dificultades hacen que crear startups sea un trabajo difícil personal y profesionalmente. Pero tener éxito en una startup tiene grandísimos premios para los founders. Empecemos con la reputación y los skills que se adquieren. Una gran parte de las startups que fallan fallan por no encontrar product market fit a tiempo y consumirse el capital, pero aún así logran construir un producto en un mercado que puede ser vendido. Y en una adquisición es posible que un funder pueda terminar como un ejecutivo o un product manager en una empresa que los compre.

Aunque en términos de startups es un fracaso, es una forma de tener una gran carrera por delante. Como menciono en el episodio quince, Acciones, opciones y evaluaciones, los primeros diez empleados de Stripe eran todos ex founders, culminando en un rol en una empresa que les vale cientos de millones de dólares a cada uno. Y Combinator, en particular, es una red donde esto pasa mucho. Por arriba de estos resultados moderados empiezan las empresas que crecen hasta ser unicornios, valuaciones de mil millones de dólares. A esa altura, los founders pueden vender parte de su empresa en el mercado secundario y pueden tranquilamente hacer millones de dólares que, además, pagan muchos menos impuestos que los empleados.

Típicamente los funders tienen al menos diez por ciento de la empresa en ese tamaño, por lo que lograron plata prácticamente imposible de conseguir como empleado. Aunque hay beneficios de plata y de carrera, lo más valioso de fundar una empresa es el sentido de propósito que uno encuentra al crear algo propio. Es el famoso ikigai, el sentido de propósito que te da hacer algo que te interesa, en lo que sos bueno y en lo que sentís que sos la única persona del mundo que lo puede hacer. Cuando empecé KIAGS trabajaba catorce horas por día, siete días a la semana y ni era trabajo para mí. Era esfuerzo, sí, pero cada segundo era tan apasionante que vivía usando producto, mejorándolo y hablando con los usuarios.

Es una sensación intoxicante. Los founders que, aunque fracasen o no lleguen al éxito, juntan un poco de plata, tienden a empezar empresas otra vez para seguir esa dopamina que te da el sentido de propósito. Hay gente que es muy capaz, muy inteligente y resiliente emocionalmente, pero nadie le gana al founder con una pasión interminable por lo que está haciendo. Armar una startup es muy difícil. Hay más razones por las que fracasan que razones por las que tienen éxito.

Es muy difícil sobrevivir al proceso de ser founder sin un sentido propósito, y sin experiencia en startup chicas, las chances de éxito pueden bajar mucho. Como empleado de una startup ZIP, tengan mucha paciencia y comprensión sobre los procesos de las personas que lideran a la empresa. Si les gustó el podcast de hoy, se vienen muchos más. Suscribite al podcast en Spotify o seguime en Twitter, en Conan Bat, con doble t, para estar al tanto de todo el contenido. Silver punto dev es mi agencia de talento donde ayudo a programadores a conseguir trabajos de contratación directa para startups en Estados Unidos.

Todos los puestos son en dólares y van desde sesenta o doscientos mil dólares anuales de salario. Con silver punto dev hablás con un programador de carrera que te ayuda a prepararte para entrevistas técnicas, navegar al mercado y negociar tu salario. Para más información, podés visitar silver punto dev y agendar una consulta.