30. Consultoras y Freelancing

Elegir un producto exitoso te puede hacer multimillonario rápidamente en el mercado de startups. En la plataforma de Appwork vi varios argentinos cobrando más de cien mil dólares anuales, profundizando skills bien pagos. Bienvenidos a Tecnología Informal, un espacio para hablar de carrera, de inversión, de producto, de cultura y de todo lo relacionado con SmartDiS. Yo soy Gabriel Benmergui, y soy un programador con más de una década de experiencia viviendo y trabajando en California, Estados Unidos. Además de ser empleado directo de una empresa, existen las consultoras, empresas que subcontratan al personal técnico, y las consultorías, trabajar por hora o por proyecto por un tiempo limitado para un cliente.

En el episodio de hoy, vamos a hablar de estas modalidades de trabajo, las ventajas y las desventajas. Las dos empresas más exitosas del 2000 en Argentina son Mercado Libre y Globant. Aunque Mercado Libre es una empresa de producto, crearon un servicio y una marca que venden, Globant es una gran consultora. Las consultoras buscan clientes típicamente empresariales que quieren resolver proyectos particulares y cómo desarrollar software. Las consultoras tienen una muy buena razón para existir.

La mayoría de las empresas no son tecnológicas y su core competency, aquello en lo que son buenos, no es hacer software. Crear equipos de producto desde cero involucra mucho esfuerzo, tiempo e inversión organizacional, mientras que usar una consultora viene con el equipo hecho relativamente rápido, y se puede cortar si no funciona o si el producto es abandonado. El negocio de las consultoras es, resumido, la compra y reventa de talento. La consultora hace más plata mientras menos le paga al talento, y siempre va a pagar por debajo de lo que paga el cliente. Esto tiene problemas de incentivos que no existen en empresas de producto, donde el upside, la posibilidad de ganar más, no tiene techo.

Si un producto es abrumadoramente exitoso y los ingresos de la empresa crecen, también crecen los salarios de los empleados, tanto en efectivo como en acciones y oportunidades. Pero en la consultora, el techo duro es el precio del cliente, no importa qué tan bien le vaya el producto. Las consultoras viven en relaciones contractuales y el éxito se mide si cumplen las entregas puestas en papeles para los clientes. Si el producto fracasa pero fue entregado como quería el cliente, es un rotundo éxito. El usuario del producto de software no es el cliente.

Además, la consultora es un negocio de volumen, más parecido a un supermercado. Quieren vender más talento y enchufan lo que puedan vender en cualquier oportunidad. Por eso, las consultoras tienen procesos de entrevistas considerablemente más laxos que las empresas de producto, porque, aunque no quieren contratar gente que no pueda trabajar bien, el riesgo se le pasa directamente al cliente. Hay también un modelo de consultora más chico, que es el de interfaz de recursos humanos. Empleados de la consultora trabajan en la empresa cliente de manera directa sin mucha intermediación.

Pero la consultora maneja los pagos, la transformación de monedas, algunos de comunicación y protección legal. Yo trabajé en una de estas consultoras, Deviget, y fue una gran experiencia para empezar a cobrar en dólares y trabajar para afuera en startups. Sin embargo, aún en consultoras chicas aplican los problemas de incentivos mencionados antes. Yo recomiendo evitar a las consultoras porque no son buenas para una carrera de programador. El primer problema es el techo en la compensación que mencioné antes.

A la larga, las consultoras pagan menos que las empresas de producto. Esto es necesariamente así, porque si no existiesen productos exitosos, tampoco existirían las consultoras. La plata se hace en participar de manera significativa en el 50% del paquete de compensación en empresas americanas. El segundo problema es la experiencia de producto.

Desarrollar un sentido de producto es clave para una carrera exitosa. Es la manera en la que uno aprende a evaluar productos, a evaluar empresas y elegir dónde trabajar. Elegir un producto exitoso te puede hacer multimillonario rápidamente en el mercado de startups, mientras que trabajar en cualquier cosa como un mercenario te comoditiza a vos y a tu salario, te transforma en algo reemplazable. Además, sin conocimiento de producto, hay muchos trabajos que se vuelven imposibles de conseguir, como posiciones de liderazgo o management. En las startups, el trabajo tiene mucha incertidumbre.

Es la creación innovadora de un sistema o un servicio que requiere iniciativa, creatividad e intuición. Esto no se logra trabajando con un trabajo súper digerido, segmentado y cuyo resultado de producto sea irrelevante como es en las consultoras. Las consultoras son malos lugares para aprender productos porque recordemos que el cliente no es el usuario, sino la empresa que contrata el talento. El éxito es la entrega en orden de los requerimientos, es un criterio mecánico y contractual. Además, el trabajo que consigue la consultora es de menor calidad.

Cuando una empresa busca la consultora para construirles un sistema, típicamente es porque no tienen plata para armar el equipo interno o el producto no es lo más importante de la empresa. Eso significa que a través de la consultora uno consigue trabajo que la empresa cliente decidió que no es importante o que la empresa cliente en sí no ha podido convencer a inversores para poner suficiente plata. Un buen ejemplo de esto en Argentina es Disney. Disney Plus, el servicio de streaming de Disney, es uno de los productos más exitosos de los últimos años y tiene decenas de roles abiertos en Estados Unidos. Disney también contrata a muchos programadores en Argentina, pero ninguno trabaja ni cerca de Disney Plus.

Algo muy usado por consultoras como Globant es que vas a trabajar con empresas como Disney o ESPN y a veces hasta Google o Facebook, como si fuese una oportunidad laboral gigante. Pero todo eso no pasa en ningún filtro de recruiter. No es lo mismo ser empleado directo que un terciarizado, ni en papeles ni en experiencia real. En Silver.dev nos enfocamos en conectar programadores argentinos con startups americanas, con salarios competitivos en dólares y potencial de carrera. Siempre podés ver cuáles son nuestras posiciones abiertas en silver.dev/jobs y aplicar.

Aunque hay razones muy fuertes para no ir a una consultora, también tienen un lugar en la carrera de los programadores. La realidad es que al ser más laxos para entrevistar, es más fácil entrar. Yo sabía programar relativamente poco cuando entré en mi primera consultora, y fue un gran despertar, tanto técnicamente como entender cómo trabajaban las empresas americanas. Si van a trabajar en una consultora, recomiendo que busquen que paguen en dólares, que el trabajo sea de producto, no mantenimiento de sistemas viejos o software administrativo, y que sea trabajando directo con una startup. Hay consultoras más inclinadas a estas como Deviget, Theory o Austin Software.

Mención especial a Toptal que sí tiene accesos a grandes salarios por arriba de cien mil dólares anuales. Sin embargo, esto es más un stepping stone para una larga y exitosa carrera. A veces, los programadores se lanzan y hacen consultoría directamente sin intermediarios. El auténtico freelancing. Realizan sitios web para terceros, productos o encargos, y cobran por hora o por entrega. Muchas de las consultoras pequeñas nacen por equipos reducidos que tienen más clientes de lo que pueden atender y, orgánicamente, creen y crecen una organización.

Muchos programadores se especializan y dan servicios muy particulares, desde MVPs a inteligencia artificial. En la plataforma de Appwork vi varios argentinos cobrando más de cien mil dólares anuales profundizando skills bien pagos. Freelancing es un negocio que paga muy bien si uno lo maneja bien. Lo ideal es realmente especializarse en algún nicho y volverse muy productivo, al punto de poder manejar muchos clientes en simultáneo. En mi época de consultor, Citrusbyte, hoy llamada Theory, creó muchas herramientas open source para poder entregar los proyectos más rápido para su portfolio de clientes.

Consultores individuales tienden a tener que hacer un problema tipo muchas veces, entonces se arman herramientas para mejorar la productividad. Freelancing tiene un techo mucho más alto de ingresos que ser empleados, pero también tiene un piso más bajo. Hay que estar permanentemente en busca de clientes y absorber algunos riesgos que los empleados no tienen, desde enfermarse a tener apoyo de herramientas organizacionales para resolver desafíos. Para programadores en el mercado de startups, freelancing es una rama que también recomiendo evitar. Aunque paga muy bien si se trabaja mucho, no tiene el crecimiento exponencial que tienen los roles de empleados en startups.

Si uno tiene el conocimiento técnico para poder manejarse como freelance en tiers altos, entonces tiene la capacidad técnica de acceder a roles avanzados en la industria de startups. Además, siguen estando los grandes problemas de no tener skin in the game. Lo que importa es entregarle al cliente lo que pidió, no hacer un gran producto para los usuarios, y se optimiza más por qué cliente paga más y tiene los fondos, que por los productos que son innovadores y con mayor upside. Freelancing tiene un riesgo extra, que es que uno se puede sobre especializar en una rama sin futuro y quedarse atrapado por mucho tiempo. Esto es muy típico de ramas en la que el talento americano evita como pueden ser productos corporativos o especialización con tecnologías propietarias, como Salesforce o WordPress.

Eso te encierra y luego hacer un cambio de lenguaje o área puede ser una barrera muy grande para corregir o encontrar oportunidades. El tema central es lograr el crecimiento experiencial. Se crece profesional o económicamente con participación accionaria en productos exitosos. Consultoría y freelancing son sirenas que atraen con buenos salarios y responsabilidades acotadas, pero a la larga no terminan rindiendo en el mercado americano. Si les gustó el podcast de hoy, se vienen muchos más.

Si les gustó el podcast de hoy, se vienen muchos más. Suscribite al podcast en Spotify o seguime en Twitter, en @Conanbatt, para estar al tanto de todo el contenido. Silver.dev es mi agencia de talento donde ayudo a programadores a conseguir trabajos de contratación directa para startups en Estados Unidos. Todos los puestos son en dólares y van desde $60,000 hasta $200,000 anuales de salario. Con Silver.dev hablás con un programador de carrera que te ayuda a prepararte para entrevistas técnicas, navegar el mercado y negociar tu salario. Para más información, podés visitar silver.dev y agendar una consulta.

Elegir un producto exitoso te puede hacer multimillonario rápidamente en el mercado de startups. En la plataforma de Appwork vi varios argentinos cobrando más de cien mil dólares anuales, profundizando skills bien pagos. Bienvenidos a Tecnología Informal, un espacio para hablar de carrera, de inversión, de producto, de cultura y de todo lo relacionado con SmartDiS. Yo soy Gabriel Benmergui, y soy un programador con más de una década de experiencia viviendo y trabajando en California, Estados Unidos. Además de ser empleado directo de una empresa, existen las consultoras, empresas que subcontratan al personal técnico, y las consultorías, trabajar por hora o por proyecto por un tiempo limitado para un cliente.

En el episodio de hoy, vamos a hablar de estas modalidades de trabajo, las ventajas y las desventajas. Las dos empresas más exitosas del 2000 en Argentina son Mercado Libre y Globant. Aunque Mercado Libre es una empresa de producto, crearon un servicio y una marca que venden, Globant es una gran consultora. Las consultoras buscan clientes típicamente empresariales que quieren resolver proyectos particulares y cómo desarrollar software. Las consultoras tienen una muy buena razón para existir.

La mayoría de las empresas no son tecnológicas y su core competency, aquello en lo que son buenos, no es hacer software. Crear equipos de producto desde cero involucra mucho esfuerzo, tiempo e inversión organizacional, mientras que usar una consultora viene con el equipo hecho relativamente rápido, y se puede cortar si no funciona o si el producto es abandonado. El negocio de las consultoras es, resumido, la compra y reventa de talento. La consultora hace más plata mientras menos le paga al talento, y siempre va a pagar por debajo de lo que paga el cliente. Esto tiene problemas de incentivos que no existen en empresas de producto, donde el upside, la posibilidad de ganar más, no tiene techo.

Si un producto es abrumadoramente exitoso y los ingresos de la empresa crecen, también crecen los salarios de los empleados, tanto en efectivo como en acciones y oportunidades. Pero en la consultora, el techo duro es el precio del cliente, no importa qué tan bien le vaya el producto. Las consultoras viven en relaciones contractuales y el éxito se mide si cumplen las entregas puestas en papeles para los clientes. Si el producto fracasa pero fue entregado como quería el cliente, es un rotundo éxito. El usuario del producto de software no es el cliente.

Además, la consultora es un negocio de volumen, más parecido a un supermercado. Quieren vender más talento y enchufan lo que puedan vender en cualquier oportunidad. Por eso, las consultoras tienen procesos de entrevistas considerablemente más laxos que las empresas de producto, porque, aunque no quieren contratar gente que no pueda trabajar bien, el riesgo se le pasa directamente al cliente. Hay también un modelo de consultora más chico, que es el de interfaz de recursos humanos. Empleados de la consultora trabajan en la empresa cliente de manera directa sin mucha intermediación.

Pero la consultora maneja los pagos, la transformación de monedas, algunos de comunicación y protección legal. Yo trabajé en una de estas consultoras, Deviget, y fue una gran experiencia para empezar a cobrar en dólares y trabajar para afuera en startups. Sin embargo, aún en consultoras chicas aplican los problemas de incentivos mencionados antes. Yo recomiendo evitar a las consultoras porque no son buenas para una carrera de programador. El primer problema es el techo en la compensación que mencioné antes.

A la larga, las consultoras pagan menos que las empresas de producto. Esto es necesariamente así, porque si no existiesen productos exitosos, tampoco existirían las consultoras. La plata se hace en participar de manera significativa en el 50% del paquete de compensación en empresas americanas. El segundo problema es la experiencia de producto.

Desarrollar un sentido de producto es clave para una carrera exitosa. Es la manera en la que uno aprende a evaluar productos, a evaluar empresas y elegir dónde trabajar. Elegir un producto exitoso te puede hacer multimillonario rápidamente en el mercado de startups, mientras que trabajar en cualquier cosa como un mercenario te comoditiza a vos y a tu salario, te transforma en algo reemplazable. Además, sin conocimiento de producto, hay muchos trabajos que se vuelven imposibles de conseguir, como posiciones de liderazgo o management. En las startups, el trabajo tiene mucha incertidumbre.

Es la creación innovadora de un sistema o un servicio que requiere iniciativa, creatividad e intuición. Esto no se logra trabajando con un trabajo súper digerido, segmentado y cuyo resultado de producto sea irrelevante como es en las consultoras. Las consultoras son malos lugares para aprender productos porque recordemos que el cliente no es el usuario, sino la empresa que contrata el talento. El éxito es la entrega en orden de los requerimientos, es un criterio mecánico y contractual. Además, el trabajo que consigue la consultora es de menor calidad.

Cuando una empresa busca la consultora para construirles un sistema, típicamente es porque no tienen plata para armar el equipo interno o el producto no es lo más importante de la empresa. Eso significa que a través de la consultora uno consigue trabajo que la empresa cliente decidió que no es importante o que la empresa cliente en sí no ha podido convencer a inversores para poner suficiente plata. Un buen ejemplo de esto en Argentina es Disney. Disney Plus, el servicio de streaming de Disney, es uno de los productos más exitosos de los últimos años y tiene decenas de roles abiertos en Estados Unidos. Disney también contrata a muchos programadores en Argentina, pero ninguno trabaja ni cerca de Disney Plus.

Algo muy usado por consultoras como Globant es que vas a trabajar con empresas como Disney o ESPN y a veces hasta Google o Facebook, como si fuese una oportunidad laboral gigante. Pero todo eso no pasa en ningún filtro de recruiter. No es lo mismo ser empleado directo que un terciarizado, ni en papeles ni en experiencia real. En Silver.dev nos enfocamos en conectar programadores argentinos con startups americanas, con salarios competitivos en dólares y potencial de carrera. Siempre podés ver cuáles son nuestras posiciones abiertas en silver.dev/jobs y aplicar.

Aunque hay razones muy fuertes para no ir a una consultora, también tienen un lugar en la carrera de los programadores. La realidad es que al ser más laxos para entrevistar, es más fácil entrar. Yo sabía programar relativamente poco cuando entré en mi primera consultora, y fue un gran despertar, tanto técnicamente como entender cómo trabajaban las empresas americanas. Si van a trabajar en una consultora, recomiendo que busquen que paguen en dólares, que el trabajo sea de producto, no mantenimiento de sistemas viejos o software administrativo, y que sea trabajando directo con una startup. Hay consultoras más inclinadas a estas como Deviget, Theory o Austin Software.

Mención especial a Toptal que sí tiene accesos a grandes salarios por arriba de cien mil dólares anuales. Sin embargo, esto es más un stepping stone para una larga y exitosa carrera. A veces, los programadores se lanzan y hacen consultoría directamente sin intermediarios. El auténtico freelancing. Realizan sitios web para terceros, productos o encargos, y cobran por hora o por entrega. Muchas de las consultoras pequeñas nacen por equipos reducidos que tienen más clientes de lo que pueden atender y, orgánicamente, creen y crecen una organización.

Muchos programadores se especializan y dan servicios muy particulares, desde MVPs a inteligencia artificial. En la plataforma de Appwork vi varios argentinos cobrando más de cien mil dólares anuales profundizando skills bien pagos. Freelancing es un negocio que paga muy bien si uno lo maneja bien. Lo ideal es realmente especializarse en algún nicho y volverse muy productivo, al punto de poder manejar muchos clientes en simultáneo. En mi época de consultor, Citrusbyte, hoy llamada Theory, creó muchas herramientas open source para poder entregar los proyectos más rápido para su portfolio de clientes.

Consultores individuales tienden a tener que hacer un problema tipo muchas veces, entonces se arman herramientas para mejorar la productividad. Freelancing tiene un techo mucho más alto de ingresos que ser empleados, pero también tiene un piso más bajo. Hay que estar permanentemente en busca de clientes y absorber algunos riesgos que los empleados no tienen, desde enfermarse a tener apoyo de herramientas organizacionales para resolver desafíos. Para programadores en el mercado de startups, freelancing es una rama que también recomiendo evitar. Aunque paga muy bien si se trabaja mucho, no tiene el crecimiento exponencial que tienen los roles de empleados en startups.

Si uno tiene el conocimiento técnico para poder manejarse como freelance en tiers altos, entonces tiene la capacidad técnica de acceder a roles avanzados en la industria de startups. Además, siguen estando los grandes problemas de no tener skin in the game. Lo que importa es entregarle al cliente lo que pidió, no hacer un gran producto para los usuarios, y se optimiza más por qué cliente paga más y tiene los fondos, que por los productos que son innovadores y con mayor upside. Freelancing tiene un riesgo extra, que es que uno se puede sobre especializar en una rama sin futuro y quedarse atrapado por mucho tiempo. Esto es muy típico de ramas en la que el talento americano evita como pueden ser productos corporativos o especialización con tecnologías propietarias, como Salesforce o WordPress.

Eso te encierra y luego hacer un cambio de lenguaje o área puede ser una barrera muy grande para corregir o encontrar oportunidades. El tema central es lograr el crecimiento experiencial. Se crece profesional o económicamente con participación accionaria en productos exitosos. Consultoría y freelancing son sirenas que atraen con buenos salarios y responsabilidades acotadas, pero a la larga no terminan rindiendo en el mercado americano. Si les gustó el podcast de hoy, se vienen muchos más.

Si les gustó el podcast de hoy, se vienen muchos más. Suscribite al podcast en Spotify o seguime en Twitter, en @Conanbatt, para estar al tanto de todo el contenido. Silver.dev es mi agencia de talento donde ayudo a programadores a conseguir trabajos de contratación directa para startups en Estados Unidos. Todos los puestos son en dólares y van desde $60,000 hasta $200,000 anuales de salario. Con Silver.dev hablás con un programador de carrera que te ayuda a prepararte para entrevistas técnicas, navegar el mercado y negociar tu salario. Para más información, podés visitar silver.dev y agendar una consulta.